miércoles, 20 de septiembre de 2017

Destrucción

Hay gente que necesita una explicación basada en la ciencia, hay gente que cree en sus instintos, hay gente que le atribuye todo al cielo y al espacio, y hay gente que simplemente no se cuestiona las cosas.

Algo que me molesta mucho, es que todos demos por sentado las cosas, los hechos... Que el sol saldrá todas las mañanas, que la lluvia cae de arriba hacia abajo, que respiramos oxígeno de manera mecánica, que por obra misteriosa las semillas se convierten en árboles, que vamos a vivir lo que tengamos que vivir y nuestros hijos nos verán morir.

Entonces, unos segundos en los que no piensas específicamente en nada, todo se viene abajo, todo el mundo deja de funcionar, todo lo que conoces pierde forma, incluso uno saca su verdadero ser, se expone, se ve desnudo con el prójimo, sin palabras, sin gestos, solo segundos de silencio.
 
Las cosas se vienen abajo, los muros, las decisiones que tomaste, las palabras que dijiste, el dinero que gastaste, los minutos que regalaste, y el edificio que construiste dentro de tu alma se mueve, se fisura con el terremoto. Entonces tienes dos opciones: huir y abandonarlo; o, esperar a que pase y evaluar los daños.

La vida siempre será corta, no importan los años que sean vividos.
 La vida nunca durará lo suficiente.

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